No puedo negarlo, me lo he pasado en grande viendo a Tom Hardy convertirse en un John Wick mucho más de andar por casa en Estragos pese a su ndeble guion

No puedo negarlo, me lo he pasado en grande viendo a Tom Hardy convertirse en un John Wick mucho más de andar por casa en Estragos pese a su ndeble guion

Allá por 2011 y bajo bandera indonesia llegó a cines Redada asesina (The Raid), una peli de acción y artes marciales con muy poco presupuesto que rápidamente fue elevada a cinta de culto por los fans del género gracias al mostrarnos unas peleas tan frenéticas como incesantes y realistas, y que no a pocos le sirvió para conocer a Gareth Evans, un talentoso director de cine británico que acaba de unir fuerzas con Tom Hardy y Netflix para ofrecernos una gran masacre en Estragos.

Y una matanza bastante divertida, he de añadir. Ya sabéis que por aquí, al menos este servidor, somos muy fans de John Wick y todas estas películas en la que nos ofrecen un no parar de peleas viscerales y sangrientas muy bien coreografiadas, y esta Estragos (Havoc en versión original), otra cosa quizás no, de esto tiene para dar y regalar. Cuando me empecé a dar cuenta de que esta producción iba a ir por estos derroteros, intenté seguir la cuenta de a cuántos tipos liquidaban a lo largo de 105 minutos de metraje, pero al cabo de un par de escenas desistí de seguir haciéndolo. En solo una secuencia tenías tiroteos, hachazos, golpes mortales para cualquiera que se haga llamar ser humano, etc. Un no parar tan caótico como suena que logró disipar toda duda sobre el film tras un comienzo lento. Todo ello sin mencionar  que tiene algunas muertes bastante… impactantentes.

The Raid no es que destacara precisamente por su gran guion, este era más bien sencillo, sin apenas complicaciones, pero como espectador sentías su propósito en un plan mayor. En el caso de Estragos no aprecié nada similar. Su historia me pareció floja cuando no agotadora, con un ritmo bastante desigual que me hizo olvidarme por completo del objeto de la misión de un protagonista que, al igual que el resto de personajes que nos encontramos, tenía un escaso desarrollo.

Havoc

Tom Hardy contra todo y contra todos

Pero, ¿de qué va Estragos? Este thriller de acción nos cuentan la historia de un poli que debe salvar la vida al hijo de un político corrupto metido en un turbio asunto de drogas que desatará una guerra que amenaza con destruir la ciudad con varias bandas rivales enfrentadas, otros «agentes de la ley» metidos de por medio, etc. Vamos, la receta perfecta para que no hay dos minutos seguidos sin que se dispare un arma o alguien se abalance sobre Tom Hardy para matarlo.

La película está rodada de tal forma que cuesta no quedarte sin aliento con sus escenas de acción

Por ello puedo decir sin miedo a equivocarme que Estragos es una película que hace todo bien cuando sus personajes cierran la boca y se dedican a ir de un lugar a otro salvando el pellejo y aumentando la tasa de mortalidad de la ciudad a niveles nunca antes vistos. Cuando hablan, todo es aburrido, no te interesa lo que dicen y encima te encuentras con una retahíla de clichés. Pero cuando callan no tienes tiempo para ponerte a pensar si esto ya lo habías visto antes. Simplemente todo está filmado con tal maestría, fluidez y dinamismo, si no es cámara en mano se la acerca, que no te fijas en otros defectos, que por supuesto los hay, por ejemplo un exceso de CGI que no esperaba encontrarme en una propuesta como esta. Pero también hay otras fortalezas, como una cuidada fotografía capaz de captar el mundo sombrío y algo navideño en el que se desenvuelve su prota, otro de sus activos, que me hace desear que alguien le contrate para dirigir una adaptación a cines de Max Payne capaz de honrar el shooter de Remedy Entertainment.

Havoc

Si bien antes hacía mención a John Wick, he de decir que Tom Hardy aquí no hace de nadie remotamente parecido al personaje interpretado por Keanu Reeves, o alguno de los muchos otros a los que nos tiene acostumbrados el bueno de Jason Statham. El papel del actor aquí es el de Walker, un detective de homicidios con una vida poco recomendable que es capaz de salir airoso de enfrentamientos con toda clase de criminales, sí, pero sin ser la máquina entrenada para matar que es John Wick en sus películas. Y en esto Tom Hardy se siente comprometido, con una actuación bastante física y ruda, aunque mientras lo veía no podía dejar de pensar en Venom, todo sea dicho. Es más, hay un poco de humor negro en la historia que no está del todo mal. Pero no, no digo que esto sea una comedia.

En definitiva, Estragos es un muy entretenido añadido a este renacer del género de acción y artes marciales que flojea en su historia, pero que gracias al talento de Gareth Evans tras las cámaras, y al carisma innato que sin duda tiene su estrella, consigue dejarme con muy buen sabor de boca. Si te van este tipo de películas y eres de los que no les exigen mucho al guion, tienes planazo hoy en Netflix.

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La noticia

No puedo negarlo, me lo he pasado en grande viendo a Tom Hardy convertirse en un John Wick mucho más de andar por casa en Estragos pese a su ndeble guion

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3DJuegos

por
Marcos Yasif

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