Esperábamos estas secuelas de videojuegos con ilusión, pero nos decepcionaron. Hablamos de 20 segundas partes que fueron peores que la original

¡A quién no le va a gustar una buena secuela! Saber que aquel juegazo que te pasaste hace años lanza segunda parte, y que esta promete ser más grande y mejor es uno de los causantes de hype más grandes para los fans de los videojuegos. Pero ¿qué sucede cuando esto no se cumple? No suele pasar, pero a veces las segundas partes simplemente… tropiezan

20 secuelas de videojuego que fueron peores que el original

Hoy vamos a hablar de eso, de secuelas que no alcanzaron la gloria de sus predecesoras, en los 20 de 3DJuegos. Y es que, lamentablemente, el peso de una buena primera parte a veces es demasiado para estas continuaciones. Hay que tener en cuenta una cosa: no estamos diciendo que todos estos juegos sean malos. 

Claro que hay segundas partes que, simple y llanamente, son terribles (como el polémico Devil May Cry 2), pero hay otras que tuvieron la mala suerte de salir después de un título que marcó a una generación, que revolucionó un género o que simplemente triunfó por estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. En este vídeo vamos a hablar de ambas: las secuelas desafortunadas y aquellos fracasos épicos que han dejado huella en la industria del videojuego. 

Recuerda, también, que en febrero hablamos de la situación inversa: segundas partes que fueron mucho mejores que las originales. Y es que, por difícil que sea, a lo largo de la historia de los videojuegos hemos visto nuevas entregas de sagas que nos han fascinado, y a ellas también queremos homenajearlas.

En 3DJuegos | Por mucho que nos gusten, algunos videojuegos han conseguido rompernos el corazón. Repasamos 20 títulos que no tienen un final feliz  

En 3DJuegos | 20 juegazos que fueron un fracaso en ventas


La noticia

Esperábamos estas secuelas de videojuegos con ilusión, pero nos decepcionaron. Hablamos de 20 segundas partes que fueron peores que la original

fue publicada originalmente en

3DJuegos

por
Iván Lerner

.

Compartir