Te gustara o no el final de Juego de Tronos, o estés o no cansado de esperar los nuevos libros de Canción de Hielo y Fuego, lo que es innegable es que las dragonadas e intrigas políticas de Poniente enganchan. Enganchan mucho. El motivo, más allá de su calidad narrativa o de lo mucho que te guste el género de fantasía, es que juega con tu psicología. Y hay estudios que demuestran lo bien que lo hace.
Todo es cuestión de interacciones
Un equipo multidisciplinario de físicos, matemáticos y psicólogos de la Universidad de Oxford se propuso desentrañar las claves del éxito de Juego de Tronos. En su estudio analizaron las interacciones entre los personajes de la saga para entender en qué medida se asemejan a las de la vida real y cómo las muertes inesperadas y los giros de gion afectan a la audiencia. El estudio reveló que, aunque la serie cuenta con una vasta cantidad de personajes, cada uno de ellos interactúa, en promedio, con un número limitado de otros personajes. Este patrón refleja cómo las relaciones humanas funcionan en la realidad, donde las personas mantienen círculos sociales manejables. Esta estructura narrativa permite a los espectadores conectar emocionalmente con los personajes y sus historias, haciendo que los eventos inesperados, como las muertes súbitas, tengan un impacto más profundo.
Además, los investigadores descubrieron que las muertes en Juego de Tronos siguen una distribución que, aunque parece aleatoria, imita la aparición de eventos no violentos en la vida real. Esta aparente aleatoriedad mantiene a los espectadores en constante tensión, ya que cualquier personaje, sin importar su relevancia, puede perecer en cualquier momento. Esta incertidumbre constante es un factor clave que mantiene a la seguidores de la serie enganchados.
La gente de Poniente también es complicada
La complejidad de los personajes es otro de los pilares que hace de Juego de Tronos una serie tan cautivadora. Cada uno de los protagonistas posee una personalidad multifacética que se refleja a través de sus motivaciones y conflictos internos, haciendo que resulten tremendamente humanos y, por lo tanto, cercanos al espectador. Personajes como Tyrion Lannister o Daenerys Targaryen, por ejemplo, evolucionan considerablemente a lo largo de la serie, lo que permite al público identificarse con sus luchas y dilemas morales. Según un artículo de Forbes, esta complejidad se traduce en una fuerte conexión emocional con los personajes, quienes se presentan como figuras mucho más que simples arquetipos, lo que fomenta un profundo interés y empatía por sus destinos. Esta capacidad de crear personajes con los que la audiencia puede conectar emocionalmente refuerza el poder de atracción de la trama, consolidando la serie como un fenómeno de masas que sigue generando conversación y análisis a nivel mundial.
La ruptura con lo esperado tiene un efecto directo sobre la psicología del espectador, y activa los centros cerebrales asociados con la recompensa y la dopamina
La narrativa de Juego de Tronos también se caracteriza por su capacidad para desafiar las convenciones del género de fantasía. A diferencia de otras producciones que siguen estructuras previsibles, la serie sorprende constantemente con giros argumentales inesperados. La revista Time apunta que esta ruptura con lo esperado tiene un efecto directo sobre la psicología del espectador, pues activa los centros cerebrales asociados con la recompensa y la dopamina, lo que incrementa la sensación de placer y satisfacción al seguir la trama, siguiendo con lo mostrado por el estudio de la Universidad de Oxford que comentaba antes. Este estímulo continuo de «lo impredecible» hace que el público se vuelva más adicto a la serie, pues la incertidumbre constante mantiene su atención al máximo nivel, queriendo saber qué sucederá a continuación. En este sentido, Juego de Tronos explota la fascinación humana por lo inesperado, un factor que refuerza su éxito duradero.
Otro aspecto fundamental que contribuye al éxito de la serie es su capacidad para tocar temas universales como el poder, la traición, el honor y la supervivencia. Estos temas resuenan profundamente en la audiencia, ya que son cuestiones intrínsecas a la condición humana. La lucha por el Trono de Hierro se convierte, como bien destaca Forbes, en una metáfora de las ambiciones y conflictos presentes en la sociedad contemporánea.
La psicología detrás de Juego de Tronos también juega un papel crucial en la conexión emocional que los espectadores sienten con la serie: la serie es capaz de manipular las emociones de la audiencia al presentar personajes con rasgos psicológicos complejos, e incluso trastornos de personalidad. La imprevisibilidad de personajes como Joffrey Baratheon o Ramsay Bolton, cuyas acciones despiertan tanto repulsión como fascinación, es un claro ejemplo de cómo Juego de Tronos aprovecha la psicología humana para mantener al público enganchado.
Además, el fenómeno social generado por Juego de Tronos ha sido otro factor que ha reforzado su éxito. Es algo que vimos muy claramente con PERDIDOS: las discusiones sobre teorías, episodios y personajes en redes sociales, foros y reuniones entre amigos crean una comunidad de seguidores en la que los fans se sienten integrados. Es lo que tiene ser una animal social. Este componente grupal es esencial, ya que compartir teorías y emociones sobre la serie enriquece la experiencia de visualización y fomenta un sentido de pertenencia. Como señala Forbes, las conversaciones alrededor de trama en la serie de manera recurrente han alimentado el compromiso de la audiencia, generando un fenómeno de culto que trasciende la pantalla.
Ahora que sabes los secretos psicológicos que hacen que Juego de Tronos te mantenga pegado a la pantalla, puedes revivir la serie completa en Max y sumergirte de nuevo en el universo de Poniente.
En 3DJuegos | En Juego de Tronos solo dos razas habitaban Poniente al principio de su historia, y ninguna de las dos eran los humanos
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La noticia
El éxito de Juego de Tronos no fue casualidad, hay un artículo científico que te explica cómo la serie juega contigo psicológicamente
fue publicada originalmente en
3DJuegos
por
Chema Mansilla
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