Es uno de los bombardeos más impresionantes y creativos que ha dado nuestra historia militar. Tanto, que hasta inspiró una escena de Star Wars

Es uno de los bombardeos más impresionantes y creativos que ha dado nuestra historia militar. Tanto, que hasta inspiró una escena de Star Wars

Situado en el valle del Ruhr estaba uno de los centros neurálgicos de la potencia militar alemana. Sus presas eran la clave detrás de la mayor capacidad siderúrgica del Tercer Reich, ofreciendo no sólo un suministro de agua constante, sino también la suficiente generación hidroeléctrica para alimentar toda aquella maquinaria. Sin embargo, aunque la Operación Chastise sería capaz de frenar ese engranaje y podía resultar crucial para el devenir de la guerra, alcanzar ese hito iba a requerir de todo el esfuerzo ingeniero y creativo de los aliados.

Con una fortificación digna de la mejor defensa posible para la época, incluso lanzar torpedos desde las alturas para destruir las presas habría servido de bien poco. Los alemanes habían colocado redes protectoras capaces de frenar cualquier ataque, así que para poder alcanzar sus increíbles muros de hormigón haría falta superar una combinación de factores aparentemente impenetrable. Una genialidad que, después de convertirse en leyenda, se convirtió en una gesta militar lo suficientemente impresionante como para terminar influyendo en la película más importante de la historia de la ciencia ficción, el ataque a la Estrella de la Muerte de Star Wars.

La creación de la bomba Upkeep

El desafío era hercúleo para las tropas británicas. Para superar aquellas redes de seguridad debían crear una bomba que, una vez lanzada, consiguiese atravesarlas hasta alcanzar la presa, hundirse levemente, y entonces explotar para hacer el mayor daño posible sobre la estructura. Fue entonces cuando el ingeniero Barnes Wallis creó la bomba Upkeep.

La idea partía de un cilindro que, cargado de explosivos y con un peso de 4 toneladas, giraba rebotando sobre el agua hasta siete veces con la posibilidad de superar las redes contra torpedos y finalmente, alcanzar su objetivo. Tras probarla en situaciones controladas, confirmaron que el invento era lo más cerca que podrían estar del éxito, pero entonces llegó otro problema.

Para mantener el ciclo de rebote y evitar que la bomba explotase al caer, los bombarderos debían lanzar las Upkeep a una altura de apenas 18 metros sobre el agua, pero mantener esa altura era tan impreciso como peligroso porque sus altímetros no resultaban tan eficaces a esa baja altura. Afortunadamente, Wallis se guardaba otro as bajo la manga, un par de reflectores instalados en los aviones que, al situarse a la altitud adecuada, emitían una luz que indicaba a los pilotos cuándo estaban en el lugar adecuado.

En la noche del 16 de mayo de 1943, mientras esquivaban la artillería antiaérea enemiga, los bombarderos arrojaron sus bombas y una de ellas consiguió impactar contra la presa abriendo una brecha en el muro. El resultado fue una destrucción de la brecha que consiguió frenar la producción alemana durante varios meses. Lamentablemente las inundaciones provocadas también se llevaron por delante a cerca de 1.500 civiles.

Star Wars lo copió plano por plano

Tras el éxito de la Operación Chastise, aquél bombardeo demostró a las tropas aliadas que atacar con precisión al enemigo podía ser mucho más efectivo que tirar de grandes bombardeos, y el impulso que provocó en la moral de los aliados hizo que se escribieran hasta libros sobre ello. El más famoso de todos, The Dam Busters de Paul Brickhill, se llevó al cine apenas 10 años después, convirtiendo a la cinta en una de las películas bélicas más celebradas de la historia, especialmente por sus impresionantes planos subjetivos desde la cabina durante aquella maniobra imposible.

Tras ver cientos de películas y documentales sobre historias bélicas para dar forma a su película, George Lucas se enamoró tanto de aquella secuencia que incluso contrató a Gilbert Taylor, responsable de fotografía y efectos especiales de The Dam Busters, para dar forma a las batallas estelares de Star Wars: Episodio IV – Una nueva esperanza.

Copiando plano por plano lo vivido en The Dam Busters, el asalto de Luke a la Estrella de la Muerte consiguió reflejar la dificultad de estar volando a ras de suelo en busca del objetivo, convirtiéndose con ello en una de las secuencias más famosas del cine de ciencia ficción, y también uno de los momentos más celebrados de la película.

Desde entonces, la idea del «trench run» se convirtió en un hito de la cultura pop y una de las secuencias más emuladas del mundo del cine y el videojuego, que ahora cuentan con innumerables ejemplos de ataques a baja altura en los que reventar un objetivo con una maniobra tan imposible como épica para dar forma a sus secuencias de acción.

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Es uno de los bombardeos más impresionantes y creativos que ha dado nuestra historia militar. Tanto, que hasta inspiró una escena de Star Wars

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por
Rubén Márquez

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