Desde las 12.33 de este lunes, un apagón masivo afecta gravemente a España y Portugal. En su comparecencia, Pedro Sánchez ha explicado que lo que comunican los técnicos de Red Eléctrica Española es que «se han perdido súbitamente 15 gigavatios (GW) de generación, en apenas cinco segundos». Algo que, ha señalado, «no había ocurrido jamás». Equivale, ha mencionado, al 60% de la demanda del país en ese momento. No obstante, el Gobierno sigue sin explicar las causas detrás del desencadenante del apagón.
En este sentido, un operador eléctrico portugués ha señalado como origen del problema a una «vibración atmosférica inducida», un extraño fenómeno producido por variaciones extremas de temperatura en el interior de la Península. A falta de confirmación oficial, la posible consecuencia detrás de esto sería una caída de 0,15 Hz sobre la frecuencia eléctrica, que normalmente en la red europea está fija en 50 Hz, como podemos comprobar en Grid Radar.
Y, mientras que en España Red Eléctrica estimaba recuperar el servicio «entre 6 y 10 horas», el operador portugués era más pesimista, afirmando que «recuperar la normalidad podría llevar hasta una semana». A las 22:30, 10 horas después del apagón, Red Eléctrica ha anunciado que se ha recuperado un 48,2% de la demanda estimada para esta hora.
Veamos qué hay detrás del «arranque en negro» o «arranque autógeno», el proceso de reinicio del sistema eléctrico, tan complicado para que los plazos puedan alargarse tanto.
«Tiene que hacerse lentamente»
Como explicaba Red Eléctrica Española en uno de los primeros comunicados, estamos ante un evento «excepcional y extraordinario» que nunca había sucedido. Algo así no es común en el mundo, como explica Simon Gallagher, ingeniero eléctrico inglés con 20 años en el sector de las redes eléctricas: «No creo que nunca antes se haya realizado una reenergización de una red tan grande con una penetración tan alta de energía solar (PV)».
A esto mismo apunta el analista eléctrico John Kemp, que señalaba que:
«Nadie ha intentado jamás un arranque en negro en una red tan dependiente de las renovables como Iberia. El número limitado de generadores térmicos dificultará el restablecimiento del control de la velocidad y la frecuencia».
Y hay una dificultad añadida. Aunque deberíamos estar preparados para lo que los sucesos metereológicos puedan deparar, Gallagher señala que la mayoría de planes de emergencia se elaboran planteando situaciones donde las centrales de gas o carbón son las protagonistas, y sin la relevancia que tienen las renovables en nuestra red.
Gallagher comentaba en el contexto de conocidos que le están escribiendo extrañados por lo mucho que tarda en volver la normalidad a la infraestructura eléctrica. Según este ingeniero, la lenta recuperación tiene todo el sentido, pues hay muchos factores críticos que manejar en la resolución.
En primer lugar, hay que operar con sumo cuidado, dedicando mucho tiempo a identificar qué partes del sistema están como deben: cuáles están apagadas, cuáles encendidas, qué equipos dañados, etc. Y es un proceso que hay que hacer manualmente.
Islas. La segunda clave es que hay que reactivar el sistema poco a poco, en etapas. El proceso de reenergización requiere controlar que cada parte que se suma al sistema funciona correctamente. Y eso, pese a lo que pueda pensarse en pleno 2025, a menudo requiere que los ingenieros se desplacen físicamente a las subestaciones a hacer algo tan sencillo como cerrar o abrir un interruptor manualmente.
Al arrancar, hay que reactivar poco a poco las distintas áreas del país como si fueran «islas», esto es, pequeñas redes aisladas entre sí. En el caso de España, Red Eléctrica tiene algunas de estas islas son los ejes Aragón-Cataluña, Galicia-León o Duero-Francia.
Si conectan mucha carga muy rápido, estas islas pueden saturar los generadores y caerse. El proceso, explica Gallagher, es complicado viniendo de un apagón general, pues la carga para los generadores va a ser enorme al estar apagados.
Para que las islas se integren con otras, hay que sincronizarlas entre sí, estableciendo que funcionen a la misma frecuencia y voltaje. Esto, de nuevo, requiere extremo cuidado y es costoso en tiempo.
Relacionado con esto está la velocidad a la que hay que introducir la energía a la red, pues de hacerlo muy rápido, el sistema eléctrico se puede desestabilizar de nuevo (una variación brusca en la frecuencia es lo que habría producido la primera caída) alterando negativamente los 50 Hz a los que la red debe operar con normalidad.
El caso ibérico es peculiar. Un problema al que apunta Gallagher de nuestro sistema es que la energía solar no da inercia, en el sentido de que no ayuda a estabilizar la frecuencia, requisito indispensable, o a arrancar redes que estén desconectadas. Hay que recurrir entonces a alternativas como centrales de gas y carbón, que tienen que arrancar sin ayuda de otras, y que es un proceso lento y costoso en recursos.
Otro problema añadido, y que alarga la recuperación es que las baterías de las subestaciones, que están haciendo su trabajo desde el apagón, empiezan a agotarse. Eso quiere decir que, como decíamos antes, no se pueden energizar de forma remota, y es problemático incluso si se producen desplazamientos físicos a ellas, porque hace falta energía de base para que los sistemas de protección funcionen.
Cómo es el «arranque en negro en España»
Desde el comienzo del problema, España ha trabajado a trabajar con las autoridades de Francia y Marruecos, quienes han colaborado para ayudar a reenergizar las zonas del sur y del norte de la Península Ibérica.
Según Red Eléctrica, junto a esta ayuda extranjera, España ha contado con un grupo de centrales hidroeléctricas con capacidad de arrancar de forma autónoma, sin ayuda de otras, como explicábamos antes. Al hacerlo, han comenzado a acoplarse a la red, haciendo crecer las mencionadas islas. En este momento, de acuerdo a la compañía, y según recoge El Mundo, ya «no quedan islas».
Imagen | Alexandru Boicu en Unsplash
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La noticia
Por qué media España sigue sin luz en casa, y va a seguir así horas
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Antonio Sabán
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