En 1942 se estrenaría una dulce película sobre un cervatillo, Bambi, o al menos eso es lo que parecía. La década de los 40 fue una época complicada para Disney, en la que incluso podremos encontrar cortos sobre La Segunda Guerra Mundial como Victory Throught Air Power, por lo que entendemos que, por aquel entonces, una historia basada en animalillos del bosque sí que sería algo entrañable para la compañía. Sin embargo, podemos afirmar que esta cinta es uno de los mayores traumas en la infancia de muchos niños, junto a la muerte de Mufasa en El Rey León. Lo más interesante de todo ello es que las primeras versiones de la película sugerían una historia muchísimo más dura.
La película preferida de Walt Disney
Con una nueva versión de la historia en las salas de cine, es inevitable no echar la vista atrás al clásico de 1942 y recordar el trauma que supuso para muchos niños la escena de la muerte de la madre de Bambi. Si bien Walt Disney tenía la intención de reflejar la vida tal y como es (no quiso hacer que el cazador fuera un personaje como tal de la historia, simplemente un agente que intervenía), lo cierto es que ver cómo la cierva moría a balazos no era del agrado de los más pequeños. Así, esta escena se ha ganado a la fuerza formar parte del top de momentos más tristes y duros de toda la filmografía de la empresa.
Con todo ello, la película iba a ser mucho peor. Lo más llamativo es que se llegó a pensar que quien tenía que morir era Bambi y no su madre; lo que habría supuesto un drama en toda regla. De la misma manera, el mismo cazador, tal y como os he dicho, iba a ser un personaje de la trama y, además, iba a aparecer muerto poco después provocar el incendio forestal, tal y como recoge IMDB. Por si todo esto fuera poco, también se llegó a plantear la escena de que Bambi encontrara a su madre envuelta en sangre y no que simplemente se encontrara desorientado en mitad de la nevada.
Todas estas ideas descartadas llevaron a que la cinta no fuera el segundo largometraje de Disney después de Blancanieves, sino que se llegó a retrasar varios años. Según uno de los animadores de la cinta, Mel Shaw, tanto Walt Disney como su equipo dedicaban mucho tiempo a hilos de historias que finalmente no llegaban a ningún lado. Al final, fue en 1942 cuando la cinta se estrenó sin obtener los resultados esperados.
Si bien Bambi siempre ha obtenido buenas críticas, el lanzamiento en Londres (en mitad de la guerra) o el drama que suponía hicieron que la película no recaudara lo necesario para cubrir costes. No fue hasta el año 1947, cuando se reestrenó, que comenzó a tener un éxito mayor. Por aquel entonces, la compañía se encontraba en una situación delicada e incluso tuvo que recurrir a Blancanieves, una vez más, para conseguir dinero. Pinocho fue otra de las cintas afectadas de la época. No fue hasta 1950, con la guerra ya pasada, cuando llegó La Cenicienta para salvar a la compañía de la quiebra.
Pero volviendo a Bambi, con el paso de los años, la cinta se convirtió en uno de los clásicos más populares de la compañía. Su lanzamiento introdujo algunas novedades, como el hecho de que era la primera película de animales en su totalidad hecha por la empresa. De la misma manera, está considerada como la primera cinta medioambiental realizada y, como curiosidad, a un cazador furtivo de Estados Unidos se le obligó a verla una vez al mes como parte de su condena en 2018. 64 años más tarde, en 2006, llegaría una secuela que, al igual que la original, podemos disfrutar a través de Disney Plus.
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La noticia
Es una de las película más traumáticas de Disney, pero las primeras versiones de Bambi sugerían una historia muchísimo más oscura
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3DJuegos
por
Raquel Cervantes
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