Tanto en el mundo del cine como de los videojuegos se suele decir que algo «ha envejecido mal» para señalar que una obra en cuestión no ha conseguido sortear los cambios temporales que la han sucedido. Es una forma elegante de decir que algo se ve mal o que se ha quedado desfasado. Esta no deja de ser una afirmación un tanto injusta, por supuesto, ya que se le pide a una obra que sea capaz de sobrevivir a cambios que aún no han acontecido, pero es innegable que algunas aguantan el tipo mejor que otras. E.T podría ser un gran ejemplo o la mítica Parque Jurásico, ambas de Steven Spielberg. Sin embargo, con Alicia en el País de las Maravillas de 2010 esto no parece ser así y, pese a sus diversos hitos, el público parece haberse olvidado de ella.
Un público exigente
Cuando se estrenó en 2010, ni Disney ni Tim Burton podían adivinar que la cinta se convertiría en una de las obras más exitosas de la compañía. La fusión de una historia rocambolesca unida a la mente del particular director fueron suficientes motivos para que el público decidiera conocer cuál era su visión. Si a ello le sumas el recurso de Johnny Deep en una película de Burton, voilá, como se suele decir. Pero eso no es todo: habían pasado 10 años desde que Disney estrenara 102 Dálmatas, su último live-action.
Con todos estos factores de cara, para la producción se puso toda la carne en el asador y se recurrieron a las técnicas digitales más sofisticadas del momento. Tanto, que la película fue grabada en casi su totalidad sobre un fondo verde. Deep admitiría más tarde que el proceso fue bastante agotador y que incluso al final del día llegaba a sentirse desorientado. El País de las Maravillas fue puesto a disposición de los VFX y de uno de los recursos del momento: el 3D en las salas de cine.
Podríamos dedicar un artículo entero a hablar sobre este recurso fallido que, a comienzos de la década de 2010, fue vendido como una revolución. Avatar dio el pistoletazo de salida de forma muy digna, pero luego le seguirían otras como Furia de Titanes, Saw 3D o incluso El Hobbit, que no convencieron demasiado. Actualmente tan solo quedan resquicios, como ha sido el estreno de Coraline 3D por su aniversario. En ese sentido, Alicia superó la prueba, pero no el paso del tiempo y lo que fue un espectáculo en su momento actualmente es rechazado.
Fotos del rodaje de Alicia en el País de las Maravillas
Algunas de las críticas que podría recibir la cinta puede estar relacionadas con el aspecto con el que luce la película hoy en día. Muchos personajes se ven totalmente artificiales y los fondos no parecen reales. Esta idea es además potenciada por una tendencia: la industria del cine y el público rechazan los efectos visuales, aunque sea mentira. En esa línea, os recomiendo mirar el vídeo del youtuber Alvaro Wasabi en el que habla de cómo actualmente nos encontramos en una línea de rechazo del CGI como campaña de marketing. Aunque el problema es un poco más complejo, la reciente Blancanieves sería un ejemplo de ello.
Este cambio de paradigma no tardó en manifestarse y aunque la película abrió el camino hacia los live-action de Disney y recaudó 1.000 millones de dólares, su secuela está considerada como un fracaso. Alicia a través del Espejo de 2016 no rozó ni los 300 millones en taquilla.
Si actualmente le sumamos el cambio que ha habido en el consumo del entretenimiento a raíz de la pandemia, con la aparición de las plataformas de streaming y un público menos dado a gastar dinero en simple espectacularidad, el resultado es que esta cinta parece haber caído en el ostracismo. Con cintas actuales, como Alien: Romulus o Dune Parte 2, que se venden como que no tienen apenas efectos especiales (y no es cierto), parece que la batalla está perdida. En ese sentido, incluso la película de animación del 51 parece perdurar en la mente de los espectadores de una forma más agradable.
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La noticia
Recaudó 1.000 millones de dólares y abrió la puerta a los live-action de Disney, pero Alicia en el País de las Maravillas tiene un problema: ha envejecido mal
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3DJuegos
por
Raquel Cervantes
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